lunes, 30 de julio de 2012

La verdad es que...

Me estoy hundiendo, hace ya tiempo que no disfruto de al menos algo de alegría, puede que me ría de cosas que me hagan gracia, pero nadie sabe realmente lo que se oculta tras esa risa, no, nadie lo sabe. Llevo semanas en las que no levanto cabeza, no hago más que pensar en alguien a quien le prometí muchas cosas, y no las he cumplido, por mi culpa todo ha cambiado, por culpa de los demás, todo ha cambiado. Me encuentro solo sin ella, me siento triste, vacio. He hecho cosas de las que me arrepiento, errar es humano, pero yo he seguido cagandola, aun sabiendo que hacia mal, eso se llama estupidez. Quizás yo no sea el hombre más especial del mundo, ni el más interesante, ni el más divertido, pero intento comportarme como tal. Para qué? Pues para hacer sentir bien a los demás, para sacarles una sonrisa, eso, para mí siempre será la mejor de mis cualidades, sacar una sonrisa, por mucho que cueste a alguien que lo necesita, y a quien no la necesite. Y al contentar a unos, otros vienen y están descontentos conmigo, soy humano, no un Dios. Yo fallo, como tú, como todos, solo que a veces las personas más cercanas, las que más te quieren, las que más te aprecian, tienen más en cuenta tus fallos que tus otras acciones. Se olvidan rápido de lo que les ha hecho disfrutar, divertirse, pero tus fallos siempre los tienen presentes, como esperando a que falles de nuevo, para enfadarse contigo y perderte de vista. Yo no la he perdido de vista, simplemente, solo la observo desde lo lejos, ya que no puedo hacer mas. Siempre ha estado en mi mente, aunque ella no lo supiese, ella siempre ha estado ahí para mí. Y aunque piense, que yo me enfado, una vez le dije que no me enfadaría con ella pasara lo que pasara, y eso es cierto, aun lo sigo cumpliendo. Podría hacerme el mayor de los daños, yo no me voy a enfadar, seguiré estando ahí, dañado, si, pero seguiré en pie. Y eso es lo que he hecho estas semanas, aguantar todo el dolor que llevo sobre mí, y seguir ahí, pero ese dolor, cada vez aumenta más, cada vez estoy peor, pensando que estará haciendo, queriendo que no le pase nada, a la vez que intento olvidar el dolor. Puede que pienses que tus palabras no me dañan, pero lo cierto es que las tuyas lo hacen muy por encima de las de los demás. Miro tus fotos, y lo único que veo son recuerdos, ya no recuerdo lo que es estar a tu lado, suerte tienen los que pueden disfrutar de tu compañía, yo por desgracia, ya no puedo. Sigo llevando tus coleteros, aunque no lo creas, con ellos en el brazo, al menos me queda algo de ti. Bueno, lo que escribo aquí jamás representara por completo lo que realmente siento, y ahora mismo, no represento en mis palabras el verdadero dolor. Solo espero que nos volvamos a ver, me conformo con que sea una única vez, creo que debo muchas explicaciones, y no creo que valga la pena dejar esto así por errores que pueden solventarse. Adiós.

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